Queridx Paciente,
Quiero decirte que tu dolor me impacta.
Quiero decirte que entiendo tu sufrimiento, tu situación y lo difícil que resulta salir adelante cuando el alma está herida. Yo también he tenido el alma herida.
Quiero decirte que cuando expreso que me importas es desde el corazón.
Quiero decirte que cuando hablas de hacerte daño a ti mismx, me asusta porque
no quiero que te hagas daño y en muchas ocasiones me será imposible evitarlo ya que mi capacidad para ayudarte es limitada.
Si. Has leído bien. Mi capacidad para ayudarte es grande y potente y también es limitada. Yo no puedo, ni voy a decidir sobre ti ni sobre tu vida.
Quiero decirte que yo te puedo ayudar así:
Estando disponible para ti para cuidar lo que sientes, escucharte, atenderte y darte mi mano para atravesar tus miedos, tus penas. Para darle el espacio que tu enfado necesita. Para celebrar tus alegrías, compartir amor y cariño y apoyarte en tu empoderamiento.
Estando disponible para poner a tu servicio mi saber hacer, mis herramientas, mi presencia y mi tiempo (no todo mi tiempo) para acompañarte en la búsqueda de tu bienestar.
Estando disponible para sentarme a tu lado y no dejarte solo con tu vacío, tu soledad, tus ganas de morir.
Quiero decirte que no estoy disponible para encargarme yo sola de ti. No estoy disponible para ayudarte a medias de tal forma que luego me recrimines lo que no te di (por qué tú lo rechazaste).
Quiero decirte que no podré ayudarte si no aceptas la estructura que es necesaria para tratarte bien.
Quiero recordarte que yo quiero ayudarte, que yo me tomo en serio tu dolor. Estoy dispuesta a ayudarte ¿lo estás tú?
Quiero decirte que sentiré una gran impotencia si no te puedo ayudar porque me importas, porque estoy comprometida con tu proceso.
Si tú no me dejas lo tendré que aceptar porque es un hecho: no puedo ayudarte si no me dejas.
Atentamente,
Tu terapeuta.
L.G-A.V.